
En un gesto que refleja el profundo compromiso social y espiritual de la comunidad salesiana, el Colegio Don Bosco de Calama logró reunir una suma histórica de $1.660.630 en el marco de la Campaña de Cuaresma de Fraternidad 2025, iniciativa impulsada por Caritas Chile bajo el lema “Bienaventurados los viejos, destacando el valor de los adultos mayores como depositarios de memoria, sabiduría y futuro".
Desde la fundación del colegio en 2017, esta es la donación más alta entregada por el establecimiento, fruto de seis semanas de recolección lideradas por los delegados pastorales de cada curso, quienes diariamente animaron la solidaridad en sus aulas.
El Colaborador pastoral, Maestro Daniel Aracena, destacó el compromiso de los estudiantes: “Esta campaña duró seis semanas, donde cada delegado pastoral pasaba en el primer bloque de la mañana con la cajita de Cuaresma. Ellos, siendo muy responsables, rigurosos y constantes, lograron esta gran meta. Es una alegría muy bonita, porque sabemos que este aporte va en ayuda de muchos proyectos que Caritas nos mencionó, y eso nos deja con el corazón satisfecho”, expresó.
Por su parte, la Encargada de Caritas Calama, Johanna Navarro, valoró el esfuerzo de toda la comunidad educativa: “Es bastante alta la suma que han entregado. Agradezco desde el rector, a los profesores por la motivación, y por supuesto a las familias de los estudiantes. Estamos muy contentos y agradecidos. Les queda la vara muy alta para el próximo año, porque cada año se han ido superando”, comentó.
El espíritu solidario también se hizo sentir entre los estudiantes. Manuel Córdova, alumno de cuarto medio, compartió su emoción: “Es impresionante ver cómo la comunidad salesiana puede unirse por una buena causa. Quiero recalcar la empatía y la solidaridad que tuvieron todos mis compañeros y el colegio en general. Estas acciones valen la pena, porque estamos ayudando al prójimo y a quienes más lo necesitan”.
La Campaña de Cuaresma de Fraternidad 2025 no solo deja un importante aporte económico, sino también una profunda huella en los corazones de quienes participaron, reafirmando que la solidaridad es un valor vivo en Don Bosco Calama.